jueves, 31 de mayo de 2012

Oh! Catar

Hoy fui a Catar en La Cuadra, sí, me gusta la cuadra, es que la ves por fuera tan elegante ella y entras y es una más, claro, no cualquier cosa más, pero es normal, no se asusten de entrar a La Cuadra en serio, hay muchas cosas buenas, al menos varias, ¡al menos Catar! Bueno ya saben por donde va esto.

Catar es un restaurante "ecléctico", así aparece en un pequeño diploma dado por la revista Prestigio por ser el "Mejor restaurante de comida ecléctica del 2011", ¡qué bien no! Y sí, es EXCELENTE, no excelente. La comida es variada, eso entiendo yo por ecléctico al menos; tienen pizzas que se ven divinas (no las he probado pero pronto), el carpaccio de lomito es buenísimo, tienen carnes y pollos y pescados, que sin sentido esto. Precisemos.

Por lo que puedo conocer desde su carta Catar se concentra bastante en la comida oriental llevándola a un occidentalismo, es que ahora todo tiene que ser así claro, pero siendo concisos el restaurante ofrece muchos de sus platos con chutney de piña en algún lugar, bien sea un poco al tope del lomo de atún sellado, que comí hoy, o como salsita (divina) a un plato que llaman Aventura Hindú. A ver. El lomo de atún sellado es, supuestamente, traído de Japón, y ¡qué horror! eso pedí hoy; pues si es cierto que es traído de Japón shame on me, creo que lo pedí porque pensé, ¡bah! que traído de Japón ni que nada, pero no pregunté así que ahora me está dando un leve remordimiento. Bueno... el lomo de atún estaba divino, a una cocción ideal, lo que es muy importante. Las guarniciones son variopintas, yo pedí cous cous y ratatouille, pero además hay arroz basmati, papas horneadas, ensalada de chayota con calabacín en salsa de yogurt(buenísima), y hay otras cosas que ahora no recuerdo. El punto es que pides tu plato principal, bien sea lomo de atún, bien sea pescado del día (hoy era róbalo que no me gusta) horneado en hojas de plátano, bien sea lomito (que tienen varias formas de prepararlo) exquisito, y a cualquiera de estos le agregas 2 guarniciones y quedas feliz, no llenísimo, sí feliz. Es que me encanta. La Aventura Hindú es también riquísima; tiene pollo al curry, pero no así con curry que lo llegas a odiar, no no, tiene arroz basmati, el chutney que ya mencioné y la ensalada de chayota.

Los postres, muchos son los mismos que los de Atar, que está al lado y es una... qué es Atar, bueno digamos que es un lugar para tomarse un buen café, comerse un buen dulce y ver que cosita te llevas a casa, eso es Atar. Pero el postre que pedimos hoy parece que no está en Atar y aunque suene cualquier cosa es riquísimo. Era una tartaleta caliente de peras y manzanas con helado, ¡no de topping! qué maravilla, sino al lado. Es que no me gusta que mezclen eso así. Las bebidas también me encantan. Yo soy de esas que sí mezclo las frutas y en Catar lo hacen; mi papá pidió té de Jamaica, yo un jugo de lechosa y parchita, pero tienen como 2 combinaciones más, buenísimas según mi gusto.

La decoración

Es bellísima y el restaurante está super bien distribuido. Las mesas con sillas distintas todas entre sí, mesas viejísimas pero bien arregladitas con sus floreritos muy bonitos. En fin es lindo el restaurante, lo pueden ver desde afuera si no quieren acercarse, porque de fachada es un gran vidrio, bueno varios, claro.

En resumen, Catar me encanta, no hablo de limpieza porque desde mi punto de vista no hace falta. La atención es muy buena y los precios, lo que nos interesa a todos al final de día son... excelentes. Si haces un balance entre todos los componentes, comida, presentación, calidad, servicio, limpieza Y lo contrastas con los precios verás que todo concuerda a la perfección. De verdad felicidades a Catar por ser de esos (pocos diría yo) restaurantes que han perdurado en este equilibrio esencial para que los comensales sigan diciendo: ¡vamos a Catar!

Pd: sí, el atún japonés no salió caro.

lunes, 21 de mayo de 2012

El Rey David

Hacer una reseña sobre el Rey David de los Palos Grandes me parece un poco ambicioso porque hay tanto que es mentira si les digo que lo he probado todo, pero como en cualquier lugar, si no se está conforme con lo más mínimo, así sea el pan de abreboca, es un indicio de pérdida de los detalles, o al menos así pienso yo.

El Rey David, como quizás muchos sabrán, tiene muchos años, empezaron con un pequeño local en San Bernardino el cual creo no ha tenido mayor remodelación, pero se han ido apoderando, y esto lo digo con total apoyo, de una esquina bastante transitada por los Palos Grandes y cuando pasas por allí y ves toda la fachada decorada piensas, ¡qué rico!, y sí estas en lo correcto, todo, o casi todo es rico. Puedo decir que una sola vez no me gustó algo del Rey David y fue un risotto que por alguna razón borré todo recuerdo de mi mente, sólo se que el risotto no me gustó. Si voy pido los sanduches kosher de salmón ahumado o ensaladas variadas, o como hoy que pedí pollo capresa, bastante abundante pero feliz, lo importante es que lo que pidas es muy bueno. A mi padre le encanta el risotto y suele pedir el de albahaca y queso de búfala con pollo al grill, sabe a pasta pero es risotto y no piensas que combinará pero resulta que es delicioso. La pastelería y la panadería son buenísimas, aquí me podría detener y extender a explicar la delicia de cada postre y pan, hechos por ellos mismos claro está y de gran variedad, pero realmente esta no es la intención de la reseña de hoy. Lo que más me ha gustado del Rey David a través de los años, lo que me encanta y puedo pasear ahí horas, son las delicateses. ¡Ah! por cierto, tienen un espacio de vinos habilitado especialmente para beberlos, el espacio es un rinconsito casi escondido, pero las mesas son barriles, a lo español; tapas y... vino en este caso. Volviendo a las delicateses, no me refiero sólo a todas las cositas que uno le encantaría tener en casa para hacer de nuestras comidas algo más especial de lo que ya son, me refiero a las patas de cangrejo de Alaska que tienen, las langostas si es temporada, el pato, el cordero, los pavos, el lomito, toda la bodega de vinos y demás licores en la que te puedes sumergir por un rato a ver si consigues algo especial y, en la parte superior, todas las chucherías, golosinas, y pare usted (espero que ustedes) de contar para que nos sorprendamos con que haya tanto dulce producido en este mundo. A mí en este aspecto, de las delicateses, chucherías, charcutería y carnicería, me encanta el Rey David y es el lugar más surtido que he encontrado hasta ahora, claro, cómo comparar con tradición dirían seguramente ellos. Es lo más cercano que he podido estar a la fábrica de chocolates de Willy Wonka, qué cursilería no, pero seamos sinceros, ¿a quién no le encantaría? Por supuesto, los precios no son bajos, en algunos casos tampoco medios, pero aquello que compres allí será de tu agrado, eso es seguro. Esta es mi reseña del Rey David, creo que podría hacerla cualquiera y de eso se trata este blog, de al no ver reseñas por ahí de restaurantes y demás lugares, al menos satisfactorias para mí, he decidido hacerlas yo misma de los lugares que visite. Disculpa Rey David por quedarme corta sobre tí pero dejemos esto así y si alguien te quiere visitar que comente aquí.

Gracia padre por invitarme como siempre.

domingo, 20 de mayo de 2012

El Carrito mexicano de Caurimare

Ayer me estuve por el C.C Caurimare donde se encuentra un carrito mexicano desde hace unos... no sé, pero solía ir hace aproximadamente diez años y retomé la costumbre hace poco. El carrito mexicano de Caurimare tiene nombre por supuesto, pero no lo recuerdo. Está ubicado en la entrada del C.C desde la Av. Principal del Cafetal y es verdesito el puesto, nada ostentoso ni mucho menos cómodo, pero la comída es buena y barata, lo bonito lo pone cada quien a su gusto. El menú ha permanecido intacto y también la calidad, por supuesto no es de esperarse la exquisitez de la comida mexicana, pero sí una buena comida mexicana prácticamente "como en casa", con buen sazón y combinación de sabores. Los tamales, mis preferidos, son riquísimos si se comen calientes, puesto la ensalada que sirven en su tope contrasta espectacular. Las bebidas también son sencillas, refrescos, tés, y de jamaica también. No son muy picantes aquellos platillos que dicen ser picantes, así que inténtenlos, si les gusta el picante claro. Las tostadas son excelentes también, y les recomiendo pidan aquello que no se moje y vuelva un tanto desagradable al tacto, es decir, todo aquello que tenga como soporte o base tortillas; esto es porque como usan bastante salsa la tortilla se moja y es... no sé, a mi no me gusta para nada. Los menús son un poco pequeños si quieres comer y quedar más que satisfechos, así que les recomiendo pidan por separado cada plato, porque sí, los tienen por separado también. Y de postre, para mi sorpresa, tienen obleas, no se si son mexicanas las obleas, pero rememoran la niñez.

Gracias lindo por complacerme.

jueves, 17 de mayo de 2012

Tríptico en la Cuadra

Sí, hoy estuve en Tríptico, un restaurante que me atraía desde hace unos meses atrás cuando asistía a mis clases de yoga. Después de ver su proceso de remodelación y aparecer en escena como un restaurante sofisticado estructuralmente, me encantó aún más estando ahí presente. La decoración es... ¿animalista?, realmente no se de estas cosas, mas se describe así: es sencilla pero da al toque, no sobrepoblado de mesas sino las justas para suficientes y acomodados comensales, los colores combinan, casi todas sus paredes son de vidrio o permiten ver hacia el exterior, haciendo del lugar un espacio más amplio quizás y más fresco. La barra, de donde sale la comida, no tiene vidrio, pero tampoco pared, dejándose ver a los cocineros trabajar que por lo que pude contar son mujeres en su mayoría... ¡así es! Pero lo que me llamó la atención de la barra es que tiene colores tenues en su parte inferior que van tornando poco a poco. No fuí de noche, no no, pero supongo que al caer el sol debe dar un ambiente bastante tranquilo y acogedor y por eso también hay que suponer que van tantas parejas por las noches, al menos eso ví cuando pasaba por ahí al salir del yoga meses atrás. Aún así, todo muy bonito, los baños también, hay algunas recomendaciones: no parece ser tan limpio como se espera que sea, pues el piso se encontraba un tanto sucio, como también el baño de mujeres, por supuesto, es dificilísimo limpiar cuando se encuentran comensales en el lugar, pero algo hay que hacer porque sino da un aspecto sucio, y es que está sucio.

Ahora bien, lo sustancial de este blog... ¿Y la comida? Pues la carta da a entender que es un restaurante fusión, realmente no me detuve a leerla por mucho tiempo pues mi padre estaba hambriento y me había esperado un rato ya, pero qué puedo decir; la carta me sorprendió un poco por tener platillos relativamente sencillos, claro, a mi parecer, lo que no me esperaba teniendo como referencia la fachada del restaurante. Hay una variedad de cebiches, sirven tequeños, pizzas, pastichos, risottos, un solo pescado pude divisar como plato principal siendo el del día de hoy el dorado, no mi favorito. Mi padre pidió de entrada un carpaccio de atún, que muestra la fusión entre comida mediterránea y ¿japonesa?, pues sí, tenía wakame por encima y una salsa con wasabi. De segundo pidió risotto de vieiras acarameladas, y si esperan comer algo que se sienta a comida, en el sentido de que es salada normalmente, no la pidan, así como si piensan en grandes cantidades, tampoco la pidan. Yo pedí milanesa de solomo, bastante blanda y en vez de estar cubierta con harina y huevo estaba cubierta de una mezcla de pan, bastante bueno, y huevo, pero un poco pasado de cocción (la cubierta) para mi gusto. Las guarniciones son variadas, en las que se incluyen tostones, mix de lechugas con tomate y cebolla picada, wakame, plátano acaramelado con papelón, si no me equivoco, entre otros. Mi elección fueron los tostones con ensalada, puesto puedes elegir dos. Y bien, no se si tenía grandes expectativas de la comida fusión o de ESA comida por lo ya antes mencionado, o si lo que expondré a continuación es lo propio; hay que recordar no soy crítico de cocina ni nada por el estilo, sólo poseo un gusto que ha llegado a convertirse en pasión: la comida, tanto comerla como hacerla. Pero a lo que vinimos, o a lo que vine yo a este espacio virtual. La milanesa estaba buena, dentro de lo que cabe decir buena. En una puntuación del 1 (malísima) al 10 (buenísima) tiene 5, porque estaba seca, lo que me hizo pensar si podría traer alguna salsita aparte, sería mejor. Los tostones eran muy normales, los que preparo en mi casa llegan a ser mejores; tenían poco sabor, al menos más sal podrían ponerle y también una salsa, o prepararlos con una sazón de ajos con especies, aquí tanteando. La ensalada, ay ensalada. Confieso me da miedo pedir ensaladas en al comer fuera de casa porque la angustia de si están bien lavadas o no sus ingredientes, especialmente la lechuga, me preocupa, pero supongo que me arriesgué y por qué no, es un restaurante un tanto reconocido en la zona. Pero, y aquí viene mi mayor desconformidad; la ensalada estaba aceitosa y con un sabor extra que lo he sentido en repetidas ocasiones en ensaladas de restaurantes de bajo nivel. Sí sí sí, no se qué exactamente es ese sabor, si el vinagre balsámico utilizado o el propio aceite que no está a una temperatura ideal, pero es un desagrado que no tolero y definió mi veredicto final. ¿Volver? No lo creo.

Para finalizar puedo agregar que la atención es bastante buena, aunque al momento de cancelar existió la disyuntiva de proporcionar la factura fiscal o no, y ay que disyuntiva. El mesonero nos había pedido los datos para proceder a realizar la factura, pero luego de haber pagado la factura no estaba hecha y la señora de caja nos preguntó si íbamos a querer factura, ya habiendo mi padre reiterado que la factura sería a su nombre; lo que nos dejó una mala impresión procedimental o de organización o qué se yo, para no pensar mal, un problema que acepto tener. Pero para no cerrar lo negativo, reitero lo positivo. El espacio está muy bien organizado y es muy agradable, la terraza que tienen es muy bonita, como, en general, el restaurante en su totalidad. La atención es buena y el postre también, que olvidé mencionar; era de manzana con almendras fileteadas y helado de mantecado. Debo entender que la sencillez es la clave del éxito por estos días, pero deben entender que los detalles tanto de la apariencia como de la comida son primordiales a la hora de dejar la mejor de las impresiones en un comensal hoy por hoy.

Gracias padre por invitarme como siempre :)