lunes, 21 de mayo de 2012

El Rey David

Hacer una reseña sobre el Rey David de los Palos Grandes me parece un poco ambicioso porque hay tanto que es mentira si les digo que lo he probado todo, pero como en cualquier lugar, si no se está conforme con lo más mínimo, así sea el pan de abreboca, es un indicio de pérdida de los detalles, o al menos así pienso yo.

El Rey David, como quizás muchos sabrán, tiene muchos años, empezaron con un pequeño local en San Bernardino el cual creo no ha tenido mayor remodelación, pero se han ido apoderando, y esto lo digo con total apoyo, de una esquina bastante transitada por los Palos Grandes y cuando pasas por allí y ves toda la fachada decorada piensas, ¡qué rico!, y sí estas en lo correcto, todo, o casi todo es rico. Puedo decir que una sola vez no me gustó algo del Rey David y fue un risotto que por alguna razón borré todo recuerdo de mi mente, sólo se que el risotto no me gustó. Si voy pido los sanduches kosher de salmón ahumado o ensaladas variadas, o como hoy que pedí pollo capresa, bastante abundante pero feliz, lo importante es que lo que pidas es muy bueno. A mi padre le encanta el risotto y suele pedir el de albahaca y queso de búfala con pollo al grill, sabe a pasta pero es risotto y no piensas que combinará pero resulta que es delicioso. La pastelería y la panadería son buenísimas, aquí me podría detener y extender a explicar la delicia de cada postre y pan, hechos por ellos mismos claro está y de gran variedad, pero realmente esta no es la intención de la reseña de hoy. Lo que más me ha gustado del Rey David a través de los años, lo que me encanta y puedo pasear ahí horas, son las delicateses. ¡Ah! por cierto, tienen un espacio de vinos habilitado especialmente para beberlos, el espacio es un rinconsito casi escondido, pero las mesas son barriles, a lo español; tapas y... vino en este caso. Volviendo a las delicateses, no me refiero sólo a todas las cositas que uno le encantaría tener en casa para hacer de nuestras comidas algo más especial de lo que ya son, me refiero a las patas de cangrejo de Alaska que tienen, las langostas si es temporada, el pato, el cordero, los pavos, el lomito, toda la bodega de vinos y demás licores en la que te puedes sumergir por un rato a ver si consigues algo especial y, en la parte superior, todas las chucherías, golosinas, y pare usted (espero que ustedes) de contar para que nos sorprendamos con que haya tanto dulce producido en este mundo. A mí en este aspecto, de las delicateses, chucherías, charcutería y carnicería, me encanta el Rey David y es el lugar más surtido que he encontrado hasta ahora, claro, cómo comparar con tradición dirían seguramente ellos. Es lo más cercano que he podido estar a la fábrica de chocolates de Willy Wonka, qué cursilería no, pero seamos sinceros, ¿a quién no le encantaría? Por supuesto, los precios no son bajos, en algunos casos tampoco medios, pero aquello que compres allí será de tu agrado, eso es seguro. Esta es mi reseña del Rey David, creo que podría hacerla cualquiera y de eso se trata este blog, de al no ver reseñas por ahí de restaurantes y demás lugares, al menos satisfactorias para mí, he decidido hacerlas yo misma de los lugares que visite. Disculpa Rey David por quedarme corta sobre tí pero dejemos esto así y si alguien te quiere visitar que comente aquí.

Gracia padre por invitarme como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario