Hoy fui a Catar en La Cuadra, sí, me gusta la cuadra, es que la ves por fuera tan elegante ella y entras y es una más, claro, no cualquier cosa más, pero es normal, no se asusten de entrar a La Cuadra en serio, hay muchas cosas buenas, al menos varias, ¡al menos Catar! Bueno ya saben por donde va esto.
Catar es un restaurante "ecléctico", así aparece en un pequeño diploma dado por la revista Prestigio por ser el "Mejor restaurante de comida ecléctica del 2011", ¡qué bien no! Y sí, es EXCELENTE, no excelente. La comida es variada, eso entiendo yo por ecléctico al menos; tienen pizzas que se ven divinas (no las he probado pero pronto), el carpaccio de lomito es buenísimo, tienen carnes y pollos y pescados, que sin sentido esto. Precisemos.
Por lo que puedo conocer desde su carta Catar se concentra bastante en la comida oriental llevándola a un occidentalismo, es que ahora todo tiene que ser así claro, pero siendo concisos el restaurante ofrece muchos de sus platos con chutney de piña en algún lugar, bien sea un poco al tope del lomo de atún sellado, que comí hoy, o como salsita (divina) a un plato que llaman Aventura Hindú. A ver. El lomo de atún sellado es, supuestamente, traído de Japón, y ¡qué horror! eso pedí hoy; pues si es cierto que es traído de Japón shame on me, creo que lo pedí porque pensé, ¡bah! que traído de Japón ni que nada, pero no pregunté así que ahora me está dando un leve remordimiento. Bueno... el lomo de atún estaba divino, a una cocción ideal, lo que es muy importante. Las guarniciones son variopintas, yo pedí cous cous y ratatouille, pero además hay arroz basmati, papas horneadas, ensalada de chayota con calabacín en salsa de yogurt(buenísima), y hay otras cosas que ahora no recuerdo. El punto es que pides tu plato principal, bien sea lomo de atún, bien sea pescado del día (hoy era róbalo que no me gusta) horneado en hojas de plátano, bien sea lomito (que tienen varias formas de prepararlo) exquisito, y a cualquiera de estos le agregas 2 guarniciones y quedas feliz, no llenísimo, sí feliz. Es que me encanta. La Aventura Hindú es también riquísima; tiene pollo al curry, pero no así con curry que lo llegas a odiar, no no, tiene arroz basmati, el chutney que ya mencioné y la ensalada de chayota.
Los postres, muchos son los mismos que los de Atar, que está al lado y es una... qué es Atar, bueno digamos que es un lugar para tomarse un buen café, comerse un buen dulce y ver que cosita te llevas a casa, eso es Atar. Pero el postre que pedimos hoy parece que no está en Atar y aunque suene cualquier cosa es riquísimo. Era una tartaleta caliente de peras y manzanas con helado, ¡no de topping! qué maravilla, sino al lado. Es que no me gusta que mezclen eso así. Las bebidas también me encantan. Yo soy de esas que sí mezclo las frutas y en Catar lo hacen; mi papá pidió té de Jamaica, yo un jugo de lechosa y parchita, pero tienen como 2 combinaciones más, buenísimas según mi gusto.
La decoración
Es bellísima y el restaurante está super bien distribuido. Las mesas con sillas distintas todas entre sí, mesas viejísimas pero bien arregladitas con sus floreritos muy bonitos. En fin es lindo el restaurante, lo pueden ver desde afuera si no quieren acercarse, porque de fachada es un gran vidrio, bueno varios, claro.
En resumen, Catar me encanta, no hablo de limpieza porque desde mi punto de vista no hace falta. La atención es muy buena y los precios, lo que nos interesa a todos al final de día son... excelentes. Si haces un balance entre todos los componentes, comida, presentación, calidad, servicio, limpieza Y lo contrastas con los precios verás que todo concuerda a la perfección. De verdad felicidades a Catar por ser de esos (pocos diría yo) restaurantes que han perdurado en este equilibrio esencial para que los comensales sigan diciendo: ¡vamos a Catar!
Pd: sí, el atún japonés no salió caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario