domingo, 5 de agosto de 2012

Araxi #1 Burger Bistro: quizás ya no...

Ésta es la triste historia de cómo un excelente restaurante de hamburguesas y demás exquisiteses fritas llegó a ser otro más. Otro restaurante al que no se le ensalzarán sus platos, porque el tiempo ha sabido acabar con su calidad. Disculpen de antemano mi narrativa, pero la tristeza y el despecho hablarán por sí mismos. 

Araxi: reconocido restaurante de hamburguesas gourmet en la zona capitalina, explícitamente en el C.C Galerías Sebucán... ha perdido. Lo conocí por publicidad radial y decidí ir de inmediato, porque me encantan las hamburguesas. Exactamente fui por la hamburguesa de cordero, nada mal, era muy buena su carne, tan tierna, cocida al punto que a mí me gusta (el verdadero 3/4, no el que a veces los cocineros creen que es). Todo iba excelente en esa primera visita, hace un tiempo ya; las papas fritas, ¡dios mío! y la ensalada con queso de cabra, muuy buena. Así que volví, siempre quise pedir una merengada pero nunca lo hice, aunque comía una y otra hamburguesa distinta. La segunda fue la hawaiana: con piña, y una exquisitez. Después probé la francesa, que fue un encanto al paladar, con queso de cabra, cebollas caramelizadas y la mayonesa de ajo (wow). Luego, ó antes ya no sé, la argentina con chimichurri. En fin, para mí decir, vamos a Araxi era soñar con mi nuevo descubrimiento en hamburguesas, hasta que probé la BBQ Burger y no sólo eso sino todo lo demás en mi más reciente visita. 

Unas visitas antes había tenido inconvenientes con la cocción de la carne, siempre estaba pasada, ésta vez estuvo apresurada, por así decirlo. La hamburguesa estaba sumamente grasosa, las papas fritas se frieron en el peor aceite que encontraron, porque se le sentía, y es que después de haber probado la gloria en papas fritas a probar eso, pues no hay perdón. 

Algo que se me olvidó mencionar atrás son las batatas fritas con salsa de cúrcuma, son para volar, pero en mi última visita no las probé, y si se frieron con ese mismo aceite pues menos mal. 

Así empieza y termina esta nueva entrega, con un vacío, es en serio. Sigo comentando: "ojalá y haya sido sólo ese día, ojalá" porque sino no volveré más, y para mí es una lástima ya que han sido las mejores hamburguesas que he probado. 


domingo, 17 de junio de 2012

Petit déjeuner à Antigua

Desayunar en Antigua, Las Mercedes, es una ricura. El restaurante es bellísimo, espacioso; como va tanta gente, pues se hacen colas para entrar y casi siempre hay que esperar, sobre todo los fines de semana, es bullicioso. Pero esto no le quita lo especial y bueno que es. Como se imaginarán ahí desayune con mi padre, quedamos encantados, ya habíamos ido antes hace aproximadamente dos años atrás, pero hoy fue lo máximo. Encontramos puesto rápido, los mesoneros y chicas del protocolo super amables, por supuesto, el empeño por ser un día 'festivo' es necesario y acabado.

Vamos con la comida. Pedimos mucha comida, pero nos la comimos toda. La cesta de panes es excelente, los huevos revueltos, el pastel de plátano y cazón, que parece de chucho cuando lo lees pero no es; el queso blanco a la plancha, el prosciutto, ¡todo! espectacular; aunque el cafe no tenía mucha espuma pero es entendible, insisto que es complicado saber cómo hacerle el café a la gente, si con espuma pero entonces hay poco café ó con poca espuma y entonces se ve como sólo café líquido, en fin, me pareció buenisimo con su café no espumoso.

Los jugos son variopintos, tienen muchas frutas a elegir y están muy buenos. El sabor de la comida es excelente, insisto con la cesta de panes, ¡ah! se me olvidaron las arepitas, porque el pastel de plátano y cazón trae ó arepitas ó panes, y por supuesto, pedimos arepitas divinas. La cesta trae confitura de frutas, arequipe y chocolate, ¡uuuff!

La decoración y estructura del restaurante es preciosa, me impresionó, nuevamente, que las paredes sean rosadas, rosa viejo para ser más precisos; es un color que no te sueles encontrar en grandes espacios, por lo  menos yo no. Y tal cual, todo se ve antiguo, cuadros, libros, jarrones, jarras, botellas, macetas, las mismas mesas, sofás y sillones tienen ese caracter viejo que hace del restaurante un lugar especial, acogedor, glamoroso, interesante, en fin, perfecto. Me encantó otra vez aunque no nos tocó la terraza, pero qué importa, donde estés es divino. Y lo mejor, la relación precio-valor es equilibrada, no se dejen intimidar por su belleza, tienen que visitarlo porque es encantador. 

sábado, 9 de junio de 2012

Avila Burger


El amor por las hamburguesas es algo especial, no puedo afirmar que existan en todo el mundo porque no lo sé, pero sí puedo decir que hay muchísimas variaciones, creaciones e innovaciones de las mismas, y es que son divinas. El mismo Anthony Bourdain en su programa Sin Reservas (No Reservations) por TLC habla de ellas en diversas ocasiones, pero la más interesante ha sido en un episodio llamado "Obsessed" en el cual hablaban varios bloggers sobre su amor y hasta obsesión por la comida; uno estaba completamente obsesionado con las hamburguesas de un lugar en particular en, si no me equivoco, Nueva Jersey. Aquí pueden revisar un poco de las promos de estos episodios acerca de las obsesiones alrededor de la comida.

Ahora bien, actualmente en nuestra ciudad se ha incrementado, al parecer, este amor por las hamburguesas. De acuerdo a una reseña de la página de HoyqueHay se han clasificado según el lugar donde mejor se preparan en Caracas; no conozco todos los estos sitios pero sin duda estoy en total desacuerdo con la primera posición, la cual es Ávila Burger. Primero estoy en desacuerdo porque conozco dos lugares más que aparecen en el rankeo y son de mi preferencia, y segundo porque Ávila Burger no merece tal posicionamiento. Déjenme explicar.

La hamburguesa que pedí es la que aparece en la primera foto, es la Avila Burger, la pedí con extra de cebolla caramelizada y no vino así. Lo bueno es que incluye papas fritas y ensalada, en otros lugares esto es aparte y por supuesto es más costoso, empero, pagaría más porque fuesen mejores. Las hamburguesas son grandes, bastante grandes, tienen para elegir entre 120 g. o 200 g., y esa fue la elegida. La carne es buena, pero no excelente, de buena calidad pero no de sabor insuperable; no parecía a la parrilla sino sellada y hervida y eso no es nada positivo en una hamburguesa. El queso es cheddar americano en casi todas, menos en una con blue cheese. Todas las hamburguesas vienen con lechuga romana, tomate y pepinillo, papas fritas o yuca frita y ensalada coleslaw. Pero ni las papas fritas ni la yuca son esas que tu dices, ¡qué buenas! o, ¡qué maravilla!, no, son normales, todo es muy normal y eso es lo que no me gustó. Esperaba más, sin embargo debo entender que no publicitan un concepto que no son, son lo que dicen ser, son hamburguesas y ya, sin engrandecimientos. Por otra parte el pan me gustó, es traído de Franca de Las Mercedes. La carta no es muy extensa, tiene unos ocho tipos de hamburguesas, además de ensaladas, aperitivos como papas o yuca frita con tocineta y queso fundido, también tiene merengadas que lamentablemente no pude probar, me es muy difícil comer tanto así, uy no. 

Acerca del restaurante como lugar puedo decir que es bien bonito, sencillo, comida rápida por excelencia. La atención es muy buena pero no me trajeron mi cebolla caramelizada lo cual le baja puntos en esto. Un detalle más, no entregaron factura fiscal, y eso es muy muy malo, no entiendo por qué siguen haciendo esto algunos restaurantes, mi padre tiene su teoría que prefiero no compartir. 

En general, buen lugar, buen servicio pero no buena comida. A ver, no es mala, pero tampoco buena, es normal, seguiré con que es normal y no es especial, para nada. Si quieren comerse una hamburguesa grande y en su sentido de hamburguesa vayan a Ávila Burger, pero les aseguro que hay mejores, en especial uno que espero pronto poderles reseñar. 

viernes, 1 de junio de 2012

Sanduchef

Hoy me pasé por Sanduchef, desde hace días me lo habían recomendado, y varias personas, entonces decidí ir. ¡No me arrepiento para nada! El pan es riquísimo, según escuché hecho por ellos, pero no confirmé eso. Tienen sanduchefs de atún, pollo thai, tocineta, roast beff (que estuve a punto de pedirlo), uno estilo reina pepiada jeje, capresa, vegetales, pastrami y carne. Estos últimos fueron los que probé hoy y son divinos, excelentes. Al de pastrami decidimos ponerle extra de cebolla caramelizada que queda espectacular, al menos a mí me encanta en casi cualquier cosa, salada ojo. Le ponen rúgula y le da un toque espléndido, es una rúgula buena, no cualquier cosa marchita. Del queso de mi sandwich no me fijé, tampoco del Sandichef (el de carne, el mío se llamaba Sandutrami). Pero a decir verdad son divinos, hay que ir y comprobarlo y listo. También los envuelven al estilo Subway pero, algo que me pareció bien original, es que le ponen una etiqueta a cada sanduchef para que sepas cuál es, tienen su color propio y su nombre bien grande, para que no te confundas. Las papas son otra cosa más, ¡que buenas! creo, no estoy segura porque tampoco pregunté, sí no pregunto y luego ando suponiendo, que las hacen con tomate, es decir, algo hacen que las papas tiene un sabor extra y ese sabor es como atomatado, me encantaron. Las bebidas son refill y se componen de refrescos básicamente y de papelón con limón, el cual tomé y estaba muy bueno. 

En su menú también figuran ensaladas y nuggets de pollo, y hasta minestrone. Los postres son fríos, marquesas sobre todo. 

La organización y limpieza son muy buenas, la decoración está bien bonita, sencillita pero al punto, naranja con blanco = comida rápida, pero te provoca estar a la final, al menos en las mesitas de afuera, porque adentro hace mucho frío. A la hora que fui estaba perfecto, habían como 4 mesas llenas, el estacionamiento estaba ni lleno ni vacío, es decir, conseguías puesto, porque no sólo tienen el estacionamiento del frente que tiene como para 3 carros, sino uno por detrás que creo caben unos 5 más. Son muy amables y serviciales. Los baños me gustaron porque son pequeños pero como lograron organizarlo no te fijas lo pequeños que son, o sí si ves el lavamanos, a mi me gustó, quizás por la luz rosada también. 

Definitivamente volveré a ir, es un muy muy buen lugar de comida rápida pero sabrosa en nuestra Caracas, el sabor está espectacular. 

Pd: está en los Palos Grandes, Av. Andrés Bello. Tienen una cuenta en Facebook, Twitter y hasta Foursquare. 

jueves, 31 de mayo de 2012

Oh! Catar

Hoy fui a Catar en La Cuadra, sí, me gusta la cuadra, es que la ves por fuera tan elegante ella y entras y es una más, claro, no cualquier cosa más, pero es normal, no se asusten de entrar a La Cuadra en serio, hay muchas cosas buenas, al menos varias, ¡al menos Catar! Bueno ya saben por donde va esto.

Catar es un restaurante "ecléctico", así aparece en un pequeño diploma dado por la revista Prestigio por ser el "Mejor restaurante de comida ecléctica del 2011", ¡qué bien no! Y sí, es EXCELENTE, no excelente. La comida es variada, eso entiendo yo por ecléctico al menos; tienen pizzas que se ven divinas (no las he probado pero pronto), el carpaccio de lomito es buenísimo, tienen carnes y pollos y pescados, que sin sentido esto. Precisemos.

Por lo que puedo conocer desde su carta Catar se concentra bastante en la comida oriental llevándola a un occidentalismo, es que ahora todo tiene que ser así claro, pero siendo concisos el restaurante ofrece muchos de sus platos con chutney de piña en algún lugar, bien sea un poco al tope del lomo de atún sellado, que comí hoy, o como salsita (divina) a un plato que llaman Aventura Hindú. A ver. El lomo de atún sellado es, supuestamente, traído de Japón, y ¡qué horror! eso pedí hoy; pues si es cierto que es traído de Japón shame on me, creo que lo pedí porque pensé, ¡bah! que traído de Japón ni que nada, pero no pregunté así que ahora me está dando un leve remordimiento. Bueno... el lomo de atún estaba divino, a una cocción ideal, lo que es muy importante. Las guarniciones son variopintas, yo pedí cous cous y ratatouille, pero además hay arroz basmati, papas horneadas, ensalada de chayota con calabacín en salsa de yogurt(buenísima), y hay otras cosas que ahora no recuerdo. El punto es que pides tu plato principal, bien sea lomo de atún, bien sea pescado del día (hoy era róbalo que no me gusta) horneado en hojas de plátano, bien sea lomito (que tienen varias formas de prepararlo) exquisito, y a cualquiera de estos le agregas 2 guarniciones y quedas feliz, no llenísimo, sí feliz. Es que me encanta. La Aventura Hindú es también riquísima; tiene pollo al curry, pero no así con curry que lo llegas a odiar, no no, tiene arroz basmati, el chutney que ya mencioné y la ensalada de chayota.

Los postres, muchos son los mismos que los de Atar, que está al lado y es una... qué es Atar, bueno digamos que es un lugar para tomarse un buen café, comerse un buen dulce y ver que cosita te llevas a casa, eso es Atar. Pero el postre que pedimos hoy parece que no está en Atar y aunque suene cualquier cosa es riquísimo. Era una tartaleta caliente de peras y manzanas con helado, ¡no de topping! qué maravilla, sino al lado. Es que no me gusta que mezclen eso así. Las bebidas también me encantan. Yo soy de esas que sí mezclo las frutas y en Catar lo hacen; mi papá pidió té de Jamaica, yo un jugo de lechosa y parchita, pero tienen como 2 combinaciones más, buenísimas según mi gusto.

La decoración

Es bellísima y el restaurante está super bien distribuido. Las mesas con sillas distintas todas entre sí, mesas viejísimas pero bien arregladitas con sus floreritos muy bonitos. En fin es lindo el restaurante, lo pueden ver desde afuera si no quieren acercarse, porque de fachada es un gran vidrio, bueno varios, claro.

En resumen, Catar me encanta, no hablo de limpieza porque desde mi punto de vista no hace falta. La atención es muy buena y los precios, lo que nos interesa a todos al final de día son... excelentes. Si haces un balance entre todos los componentes, comida, presentación, calidad, servicio, limpieza Y lo contrastas con los precios verás que todo concuerda a la perfección. De verdad felicidades a Catar por ser de esos (pocos diría yo) restaurantes que han perdurado en este equilibrio esencial para que los comensales sigan diciendo: ¡vamos a Catar!

Pd: sí, el atún japonés no salió caro.

lunes, 21 de mayo de 2012

El Rey David

Hacer una reseña sobre el Rey David de los Palos Grandes me parece un poco ambicioso porque hay tanto que es mentira si les digo que lo he probado todo, pero como en cualquier lugar, si no se está conforme con lo más mínimo, así sea el pan de abreboca, es un indicio de pérdida de los detalles, o al menos así pienso yo.

El Rey David, como quizás muchos sabrán, tiene muchos años, empezaron con un pequeño local en San Bernardino el cual creo no ha tenido mayor remodelación, pero se han ido apoderando, y esto lo digo con total apoyo, de una esquina bastante transitada por los Palos Grandes y cuando pasas por allí y ves toda la fachada decorada piensas, ¡qué rico!, y sí estas en lo correcto, todo, o casi todo es rico. Puedo decir que una sola vez no me gustó algo del Rey David y fue un risotto que por alguna razón borré todo recuerdo de mi mente, sólo se que el risotto no me gustó. Si voy pido los sanduches kosher de salmón ahumado o ensaladas variadas, o como hoy que pedí pollo capresa, bastante abundante pero feliz, lo importante es que lo que pidas es muy bueno. A mi padre le encanta el risotto y suele pedir el de albahaca y queso de búfala con pollo al grill, sabe a pasta pero es risotto y no piensas que combinará pero resulta que es delicioso. La pastelería y la panadería son buenísimas, aquí me podría detener y extender a explicar la delicia de cada postre y pan, hechos por ellos mismos claro está y de gran variedad, pero realmente esta no es la intención de la reseña de hoy. Lo que más me ha gustado del Rey David a través de los años, lo que me encanta y puedo pasear ahí horas, son las delicateses. ¡Ah! por cierto, tienen un espacio de vinos habilitado especialmente para beberlos, el espacio es un rinconsito casi escondido, pero las mesas son barriles, a lo español; tapas y... vino en este caso. Volviendo a las delicateses, no me refiero sólo a todas las cositas que uno le encantaría tener en casa para hacer de nuestras comidas algo más especial de lo que ya son, me refiero a las patas de cangrejo de Alaska que tienen, las langostas si es temporada, el pato, el cordero, los pavos, el lomito, toda la bodega de vinos y demás licores en la que te puedes sumergir por un rato a ver si consigues algo especial y, en la parte superior, todas las chucherías, golosinas, y pare usted (espero que ustedes) de contar para que nos sorprendamos con que haya tanto dulce producido en este mundo. A mí en este aspecto, de las delicateses, chucherías, charcutería y carnicería, me encanta el Rey David y es el lugar más surtido que he encontrado hasta ahora, claro, cómo comparar con tradición dirían seguramente ellos. Es lo más cercano que he podido estar a la fábrica de chocolates de Willy Wonka, qué cursilería no, pero seamos sinceros, ¿a quién no le encantaría? Por supuesto, los precios no son bajos, en algunos casos tampoco medios, pero aquello que compres allí será de tu agrado, eso es seguro. Esta es mi reseña del Rey David, creo que podría hacerla cualquiera y de eso se trata este blog, de al no ver reseñas por ahí de restaurantes y demás lugares, al menos satisfactorias para mí, he decidido hacerlas yo misma de los lugares que visite. Disculpa Rey David por quedarme corta sobre tí pero dejemos esto así y si alguien te quiere visitar que comente aquí.

Gracia padre por invitarme como siempre.

domingo, 20 de mayo de 2012

El Carrito mexicano de Caurimare

Ayer me estuve por el C.C Caurimare donde se encuentra un carrito mexicano desde hace unos... no sé, pero solía ir hace aproximadamente diez años y retomé la costumbre hace poco. El carrito mexicano de Caurimare tiene nombre por supuesto, pero no lo recuerdo. Está ubicado en la entrada del C.C desde la Av. Principal del Cafetal y es verdesito el puesto, nada ostentoso ni mucho menos cómodo, pero la comída es buena y barata, lo bonito lo pone cada quien a su gusto. El menú ha permanecido intacto y también la calidad, por supuesto no es de esperarse la exquisitez de la comida mexicana, pero sí una buena comida mexicana prácticamente "como en casa", con buen sazón y combinación de sabores. Los tamales, mis preferidos, son riquísimos si se comen calientes, puesto la ensalada que sirven en su tope contrasta espectacular. Las bebidas también son sencillas, refrescos, tés, y de jamaica también. No son muy picantes aquellos platillos que dicen ser picantes, así que inténtenlos, si les gusta el picante claro. Las tostadas son excelentes también, y les recomiendo pidan aquello que no se moje y vuelva un tanto desagradable al tacto, es decir, todo aquello que tenga como soporte o base tortillas; esto es porque como usan bastante salsa la tortilla se moja y es... no sé, a mi no me gusta para nada. Los menús son un poco pequeños si quieres comer y quedar más que satisfechos, así que les recomiendo pidan por separado cada plato, porque sí, los tienen por separado también. Y de postre, para mi sorpresa, tienen obleas, no se si son mexicanas las obleas, pero rememoran la niñez.

Gracias lindo por complacerme.

jueves, 17 de mayo de 2012

Tríptico en la Cuadra

Sí, hoy estuve en Tríptico, un restaurante que me atraía desde hace unos meses atrás cuando asistía a mis clases de yoga. Después de ver su proceso de remodelación y aparecer en escena como un restaurante sofisticado estructuralmente, me encantó aún más estando ahí presente. La decoración es... ¿animalista?, realmente no se de estas cosas, mas se describe así: es sencilla pero da al toque, no sobrepoblado de mesas sino las justas para suficientes y acomodados comensales, los colores combinan, casi todas sus paredes son de vidrio o permiten ver hacia el exterior, haciendo del lugar un espacio más amplio quizás y más fresco. La barra, de donde sale la comida, no tiene vidrio, pero tampoco pared, dejándose ver a los cocineros trabajar que por lo que pude contar son mujeres en su mayoría... ¡así es! Pero lo que me llamó la atención de la barra es que tiene colores tenues en su parte inferior que van tornando poco a poco. No fuí de noche, no no, pero supongo que al caer el sol debe dar un ambiente bastante tranquilo y acogedor y por eso también hay que suponer que van tantas parejas por las noches, al menos eso ví cuando pasaba por ahí al salir del yoga meses atrás. Aún así, todo muy bonito, los baños también, hay algunas recomendaciones: no parece ser tan limpio como se espera que sea, pues el piso se encontraba un tanto sucio, como también el baño de mujeres, por supuesto, es dificilísimo limpiar cuando se encuentran comensales en el lugar, pero algo hay que hacer porque sino da un aspecto sucio, y es que está sucio.

Ahora bien, lo sustancial de este blog... ¿Y la comida? Pues la carta da a entender que es un restaurante fusión, realmente no me detuve a leerla por mucho tiempo pues mi padre estaba hambriento y me había esperado un rato ya, pero qué puedo decir; la carta me sorprendió un poco por tener platillos relativamente sencillos, claro, a mi parecer, lo que no me esperaba teniendo como referencia la fachada del restaurante. Hay una variedad de cebiches, sirven tequeños, pizzas, pastichos, risottos, un solo pescado pude divisar como plato principal siendo el del día de hoy el dorado, no mi favorito. Mi padre pidió de entrada un carpaccio de atún, que muestra la fusión entre comida mediterránea y ¿japonesa?, pues sí, tenía wakame por encima y una salsa con wasabi. De segundo pidió risotto de vieiras acarameladas, y si esperan comer algo que se sienta a comida, en el sentido de que es salada normalmente, no la pidan, así como si piensan en grandes cantidades, tampoco la pidan. Yo pedí milanesa de solomo, bastante blanda y en vez de estar cubierta con harina y huevo estaba cubierta de una mezcla de pan, bastante bueno, y huevo, pero un poco pasado de cocción (la cubierta) para mi gusto. Las guarniciones son variadas, en las que se incluyen tostones, mix de lechugas con tomate y cebolla picada, wakame, plátano acaramelado con papelón, si no me equivoco, entre otros. Mi elección fueron los tostones con ensalada, puesto puedes elegir dos. Y bien, no se si tenía grandes expectativas de la comida fusión o de ESA comida por lo ya antes mencionado, o si lo que expondré a continuación es lo propio; hay que recordar no soy crítico de cocina ni nada por el estilo, sólo poseo un gusto que ha llegado a convertirse en pasión: la comida, tanto comerla como hacerla. Pero a lo que vinimos, o a lo que vine yo a este espacio virtual. La milanesa estaba buena, dentro de lo que cabe decir buena. En una puntuación del 1 (malísima) al 10 (buenísima) tiene 5, porque estaba seca, lo que me hizo pensar si podría traer alguna salsita aparte, sería mejor. Los tostones eran muy normales, los que preparo en mi casa llegan a ser mejores; tenían poco sabor, al menos más sal podrían ponerle y también una salsa, o prepararlos con una sazón de ajos con especies, aquí tanteando. La ensalada, ay ensalada. Confieso me da miedo pedir ensaladas en al comer fuera de casa porque la angustia de si están bien lavadas o no sus ingredientes, especialmente la lechuga, me preocupa, pero supongo que me arriesgué y por qué no, es un restaurante un tanto reconocido en la zona. Pero, y aquí viene mi mayor desconformidad; la ensalada estaba aceitosa y con un sabor extra que lo he sentido en repetidas ocasiones en ensaladas de restaurantes de bajo nivel. Sí sí sí, no se qué exactamente es ese sabor, si el vinagre balsámico utilizado o el propio aceite que no está a una temperatura ideal, pero es un desagrado que no tolero y definió mi veredicto final. ¿Volver? No lo creo.

Para finalizar puedo agregar que la atención es bastante buena, aunque al momento de cancelar existió la disyuntiva de proporcionar la factura fiscal o no, y ay que disyuntiva. El mesonero nos había pedido los datos para proceder a realizar la factura, pero luego de haber pagado la factura no estaba hecha y la señora de caja nos preguntó si íbamos a querer factura, ya habiendo mi padre reiterado que la factura sería a su nombre; lo que nos dejó una mala impresión procedimental o de organización o qué se yo, para no pensar mal, un problema que acepto tener. Pero para no cerrar lo negativo, reitero lo positivo. El espacio está muy bien organizado y es muy agradable, la terraza que tienen es muy bonita, como, en general, el restaurante en su totalidad. La atención es buena y el postre también, que olvidé mencionar; era de manzana con almendras fileteadas y helado de mantecado. Debo entender que la sencillez es la clave del éxito por estos días, pero deben entender que los detalles tanto de la apariencia como de la comida son primordiales a la hora de dejar la mejor de las impresiones en un comensal hoy por hoy.

Gracias padre por invitarme como siempre :)